El nombre de Mandarina, como es de imaginar, se debe a que el origen del Mandarino (árbol del que proceden) es chino. Sin embargo, su perfecta adaptación al clima mediterráneo ha hecho que las Mandarinas se conviertan en una de las más populares frutas que se producen en el Levante Español.
Las Mandarinas clemenules son ideales para las meriendas de los niños, por su pequeño tamaño y sus jugosos gajos, los niños creerán que están tomando golosinas.
Dada la diversidad climática, así como la tendencia a reflorecer del clementino, el período de recolección es muy largo, llegando algunas ocasiones desde octubre hasta febrero.
La Mandarina tiene fácil pelado, sin semillas y con un sabor muy agradable. La proporción entre ácidos y los azúcares es muy equilibrada, además su pulpa es fundente con lo cual no deja residuos al comerla.
Si te comes una mandarina seguro que repites.